Primer día no superado

Buenas,

a los que leyeron la entrada de ayer de este blog les tengo que contar que hoy, primer día del «reto antiprocratinación«, no lo he superado con éxito. Todo lo contrario: ha sido un tremendo fracaso!

No solo no he conseguido acabar el proyecto que tenía que haber entregado hoy, con las consiguientes excusas que he tenido que darle al cliente que me lo reclama; si no que además, he asumido nuevos encargos convencido de que voy a poder abarcarlos en el plazo que me han pedido.

La mañana se ha torcido con un par de llamadas que me han trastocado mis planes y me han hecho buscar cierta información sobre normativa en las webs de varios ayuntamientos.

Al medio día visita de toma de datos con mi socio Antonio Martinez @anmarllo en Sant Boi de Llobregat para una obra de rehabilitación de una vivienda unifamiliar entre medianeras en el casco antiguo de este municipio. La cosa ha ido rápida por que Antonio ya había adelantado bastante faena el sábado por la mañana mientras yo estaba en una fiesta de cumpleaños infantil.

Interior de la planta baja de la vivienda a rehabilitar

Interior de la planta baja de la vivienda a rehabilitar

Interior de la planta bajo cubierta de la vivienda a rehabilitar

Interior de la planta bajo cubierta 

Hemos comido algo rápido mientras hemos aprovechado para comentar más temas y encargos que tenemos entre manos y de vuelta al despacho a seguir buscando mas información sobre normativa municipal para la apertura de un bar-restaurante con terraza en la vía pública. Los temas burocráticos me desesperan, tantos papeles pare repetir en la mayoría los mismos datos. Es una faena que implica mucha dedicación de tiempo pero que no está bien visto por el cliente, no saben todo el trabajo que comporta recopilar la información necesaria, rellenar los formularios y entregarlo en persona en las oficinas municipales. Algunos incluso me han llegado a decir alguna vez: «si me descuentas 30 euros ya me lo hago yo mismo». Y no es por el dinero que dejo de ganar, es para que ellos se den cuenta y experimenten en sus propias carnes la desesperación que puede provocar la burocracia y tratar con las administraciones públicas.

Mas tarde asuntos familiares, cena, un momento de desconexión viendo la tele-basura, y otra vez al tajo a estas horas (la una de la madrugada). Primero con mi deber, impuesto desde ayer, de hacer un diario digital y en cuanto lo publique en el blog y lo comparta por unas cuantas redes sociales, me pondré a acabar el proyecto que tanto me está costando acabar.

Espero poder daros mañana la noticia de que lo he acabado y entregado.

¡Buenas noches o buenos días!

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La ética profesional

Os tengo que contar los que me ha pasado estos días con lo que podía haber sido un encargo nuevo, por que me gustaría que me dierais vuestra opinión.

La historia es la siguiente:

Hará unos tres días me llama una nueva clienta, a la que llamaré Ana, necesitaba un proyecto para una peluquería que estaba montando en un local de mi ciudad. No sería la primera vez que hago proyectos para tramitar licencias de actividad, así que quedemos en vernos en el local para ver exactamente lo que necesita.

Llego al local, un local pequeñito en la planta baja de un edificio de viviendas, con una pequeña puerta de aluminio enmarcada por dos paños de ladrillos de vidrio. El local está lleno de tratos por medio, acaban de pintarlo todo de azul, tienen tapados con plásticos parte de lo que será el mobiliario de la peluquería.

Ana, la clienta, resulta ser una chica emprendedora que ha capitalizado el paro para montar este negocio. (Olé por ella). Me cuenta que un «electricista» (familiar de un cuñado suyo al que llamaré Derek) le ha renovado toda la instalación eléctrica del local actualizándola y poniéndola en normativa. Dicho local llevaba varios años vacío y abandonado. Por lo que debe solicitar un alta nueva a la compañía eléctrica, para lo que es necesario la presentación de un Certificado Eléctrico de Baja Tensión (comúnmente llamado Boletín blanco).

Y ahora viene el kit de la cuestión. Derek (el «electricista») acordó un precio con Ana por TODO, y todo quería decir la ejecución de todo el cableado, mecanismos, luminarias, cuadro, toma a tierra… y la tramitación del alta nueva con la compañía eléctrica. Pues a falta de un pago de Ana a Derek de 300€ éste le dice que necesita que un arquitecto amigo suyo le haga un proyecto eléctrico para poder tramitar el Boletín blanco, y que eso le iba a costar unos 1.000€ extra!! Y por eso fue por lo que buscó otro arquitecto en la web y me llamó a mi.

Luego resulta que Derek, en 3 días se iba a su país por mucho tiempo, y que le iba a entregar el Boletín relleno pero sin sellar en Industría para que ella acabara los trámites. Que no es para nada lo que habían acordado.

Cuando me acabó de contar todo esto entonces le expliqué: el local tiene 36m² en total, 20m² de acceso al público, por lo que no llega a los 40m² necesarios para pedir el proyecto para legalizar la instalación eléctrica. Sólo necesitaría una memoria técnica que acompaña al boletín a la hora de presentarlo en Industria.

Yo como me atrevo con todo le dije que la podía hacer por unos 300€ pensando que era una memoria como las que ya había hecho otras veces para las licencias de actividad.
Llego al despacho, busco por la web a ver de que se trata, y cuando por fin encuentro los Modelos del Departamento de Industria que hay que rellenar me asusto, piden demasiados datos sobre la instalación eléctrica que desconozco (secciones, tensiones, potencias…) y para nada se parece a una memoria técnica como las que suelo hacer.

Como soy así de bueno busco entre mis contactos a ver por cuanto me pueden hacer el dichoso Boletín Blanco. Al final encuentro quien por 96€ me hace todo el trámite.

Llamo a Ana y le cuento lo que me pasa, así que quedamos en el local con el nuevo electricista. Ana entiende perfectamente todo lo que le explico y está de acuerdo en hacerlo de esa manera. A Derek no le dará los 300€ que pedía por un Boletín sin sellar ni a mi los 300€ de la memoria técnica.

Acabará pagando sólo 96€ por un trabajo bien hecho y no 600€ por un trabajo que a lo mejor no era el correcto.

RESUMIENDO
He pasado de un encargo de 300€ a nada, bueno, le haré un certificado técnico que necesita para el ayuntamiento por 90€ (de los que ya he hecho unos cuantos y son muy sencillos).

Y la moraleja de esta historia y por lo que quiero que me deis vuestra opinión es:
-no me he quedado con la sensación de «que tonto eres», «has perdido el tiempo», «has dejado escapar 300€», que es verdad
-he salido pensado «HE HECHO LO CORRECTO«, «esta buena acción será compensada por otro lado», » este tipo de clientes es de los que me pueden dar a conocer a nuevos clientes».
-he sentido la necesidad de contarlo.

¿Os ha pasado algo parecido?